
Las pilas y las baterías son dañinas para el medioambiente y suponen un peligro considerable para nuestra salud. Su uso en nuestra vida cotidiana se pasa por alto ya que se incluyen en muchos aparatos de. nuestras casa como pueden ser los mandos a distancia, juguetes para niños y aparatos de cocina entre otros. Sin embargo, la composición de las pilas es altamente contaminante siendo tóxicos un 30% de sus elementos.
Cuando la vida útil de las pilas llega a su fin, éstas acaban en las basuras de los hogares o cubos intencionalmente creados para su deposición. El problema es que las pilas y baterías acaban igualmente en basureros públicos presentando problemas graves para el medioambiente y la salud debido a los elementos que las componen.
Componentes de las pilas y baterías
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Mercurio: Puede dañar el agua y la tierra cuando las pilas se depositan en vertederos y basureros comunes. Es un posible elemento cancerígeno cuya alta exposición puede dañar el organismo humano así como el cerebro.
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Níquel: Quemando basura o por plantas que queman petróleo y carbón, éste elemento se libera en la atmósfera contribuyendo a la contaminación del aire. El Níquel puede causar reacciones alérgicas y dañinas en la piel y problemas respiratorios como la bronquitis o cáncer de pulmón.
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Plomo: No se degrada fácilmente por lo que sus elementos residen en el aire y el suelo. Así, antes de sedimentar en el suelo, podemos respirarlo o incluso ingerir las partículas del mismo que podrá causarnos daños en el sistema nervioso y reproductivo.
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Litio: Al entrar en contacto con el agua este elemento tóxico se puede expandir rápidamente. Es un riesgo sobretodo en vertederos. Puede dañar nuestro sistema nervioso y causar fallos respiratorios.
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Cadmio: Se libera en el aire a través de la minería o con la quema de carbón acabando en las aguas y en la tierra. Sus componentes son cancerígenos y daña principalmente los pulmones y los riñones.
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Magnesio y Zinc: Pueden causar problemas respiratorios e intoxicación
¿Qué deberíamos hacer?
En primer lugar, debemos consumir responsablemente. Esto quiere decir que una vez sabiendo esta información intentemos recurrir a las pilas lo mínimo posible. En lugar de comprar pilas desechables, podemos comprar pilas recargables con la misma función. Una pila recargable equivale a 300 desechables, ¿mucho mejor no? Por otra parte, no debemos tirar las pilas al suelo ni a la basura ya que así evitaremos que acaben en vertederos y cañerías donde su contenido tóxico será aún más perjudicial.
La importación ilegal de pilas y baterías debería estar prohibida por el Ministerio de Salud ya que su deposición no se adecúa con el medioambiente. En cambio, las políticas de gestión son muy pocas, provocando un aumento de riesgo a nuestra salud y al medioambiente. Debemos averiguar cuál es el destino de las pilas en los cubos más cercanos y concienciarnos del peligro que suponen para promover regulaciones y una política más efectiva.
Si hay niños o animales cerca, la mejor opción será que las pilas y baterías se guarden en sitios donde no puedan acceder. Los accidentes de intoxicación con pilas son cada vez menos, pero su impacto medioambiental y en la salud sigue siendo un riesgo. Además, se recomienda no guardarlas en cajones con el resto de nuestros objetos ya que su contacto con metales puede causar cortocircuitos incluso llegando a riesgo de incendio.
¿Dónde podemos tirar las pilas y baterías?

Reciclar pilas y baterías permitirá un mejor cuidado del medioambiente, menor riesgo para la salud y un aprovechamiento de sus materias primas. En España, una fundación llamada ECOPILAS dispone de más de 35.500 puntos de recogida y 40.000 contenedores por el país para el reciclaje de las pilas y baterías. ¡Nunca fue tan fácil reciclar!