Encuentros de vida

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Vivien Vivela empezó a trabajar con Rudy Randa en 2015.

«Fue en ese momento cuando conocimos a Ninawa, del pueblo Huni Kuin, el primer líder con el que empezamos a trabajar. La Fundación BOA nació haciendo proyectos en comunidades indígenas, nos enfocábamos en pozos de agua, escuelas y centros culturales, siempre con el sueño de hacer los proyectos de recompra de tierras en los que estamos enfocados hoy.»

La Fundación BOA trabaja con comunidades indígenas para regenerar ecosistemas degradados y proteger la biodiversidad. Apoyan la recompra estratégica de tierras, proyectos de reforestación y una serie de iniciativas que aumentan la capacidad de la tierra y de las comunidades indígenas que viven de ella.

En el 2016, Vivien conoció a un posible donante de fondos para BOA. El amigo que le presentó este donante a Vivien sabía que ella tenía muchas relaciones en Ibiza (el donante quería hacer un evento allí) y le preguntó a Vivien si podía presentarle a sus contactos de la isla.

«Entonces fui a reunirme con este tipo. Nunca planeé Aniwa Gathering, nunca soñé con eso, pero mientras hablaba con él me surgió una nueva idea, así que le dije: ¿por qué no haces una reunión de líderes indígenas, como un encuentro cultural? Él no tenía nada que ver con la espiritualidad, pero quedó cautivado por mi visión, que surgía de tanto amor y entusiasmo, y me dijo: «Yo no entiendo nada de eso, ¿tú estarías dispuesta a ayudarme y a trabajar conmigo?»

«Y así fue como nació Aniwa Gathering, al principio iba a trabajar para este tipo, pero luego, para no hacer larga la historia, tuvo una experiencia espiritual y volvió a su propia vida, y decidió que esto no tenía nada que ver con lo que él hacía. Así que dijo, sabes qué Vivien, voy a donar el dinero para que hagas esto. Y donó el dinero a BOA, y entonces le dije a Rudy, hagámoslo».

Rudy nos explicó cómo, en ese momento, él y Vivien se centraron en crear una comunidad online.

«El concepto de Aniwa se basaba inicialmente en amplificar la sabiduría indígena en todo el mundo, en crear un punto de acceso para las personas de Occidente que estaban interesadas pero que no tenían la oportunidad de conocer a ninguno de estos líderes, que no sabían cómo hacerlo pero que sabían que querían comprometerse más con el mundo espiritual, aprender a ser mejores administradores del planeta y sanar algunos de los traumas por los que habían pasado. Así que la idea era crear contenido y documentales, cosas de esa naturaleza, cortometrajes, vídeos musicales y charlas.

«Entonces Vivien me propuso una idea: ¿por qué no organizamos un encuentro, un festival al que invitemos a todos los ancianos y creamos una gran oportunidad para reunirnos con muchos de ellos al mismo tiempo? Me di cuenta de que sería una oportunidad para reunir a todos esos ancianos y crear un lugar en el que la gente pudiera conocer muchas formas diferentes de sabiduría, pero que también sería especial para los ancianos, que están separados por miles y miles de kilómetros, que tienen diferentes formas de rezar, curar y cantar, pero que comparten el objetivo de vivir en una buena relación con la Madre Tierra y con todos los seres del mundo. Así que crear esta oportunidad para que los líderes indígenas de todo el mundo se conozcan, para que puedan tener un punto de conexión y una oportunidad de hablar entre ellos sobre muchos de los problemas a los que se enfrentan hoy en día, eso me resonó completamente».

Vivien conectó con una profecía que habla de una época en la que los ríos se secarían, los océanos se vaciarían de peces, la gente se pelearía, los bosques arderían y la gente se reuniría buscando la guía de los Ancianos.

«Estas personas se extenderán por todo el mundo como un gran arco iris en espiral, llevando la paz, la comprensión y la curación a donde quiera que vayan, y en ese momento muchos animales que se extinguieron volverán a la vida. Y, como ustedes saben, en los últimos años, muchos animales que no habían sido vistos en más de cuarenta años han aparecido de nuevo, y así vemos que esta profecía se está cumpliendo. En todo el mundo vemos que aparecen muchas más reuniones espirituales y hay un gran movimiento que se extiende por la Tierra».

Del 8 al 11 de junio se celebrará por quinta vez el Aniwa Gathering, en la tierra del pueblo Yuhaaviatam en Big Bear, California. Asistirán más de 40 ancianos en representación de naciones indígenas de territorios de lo que se conoce como África, América, Nueva Zelanda y Australia. En la edición del año pasado, Rasu Yawanawa habló de la importancia del Encuentro.

«Veo que Aniwa es un puente que está trayendo este nuevo momento para mucha gente, para muchas vidas. Hoy estoy aquí como un bebé en medio de grandes hombres, hombres muy fuertes, muy espiritualizados. Para nosotros, los Ancianos no se olvidan cuando envejecen. Cuando vemos a un Anciano decimos: aquí tenemos un tesoro, toda esa sabiduría, todo ese conocimiento, todo lo que han vivido, para nosotros, eso es muy valioso. Y estar aquí en medio de estos hombres así, se convierten en mis maestros para que yo pueda unirme, sumarme, aprender algo y continuar mi día, mi tiempo aquí, y parece que las puertas se están abriendo, cada vez más, para que yo también me convierta en uno de estos hombres».

Otra anciana que asistió fue Mona Polacca, de los pueblos Hopi, Havasupai y Tewa.

«Creo que Aniwa es la culminación de reunir a la gente, crear una comunidad de unión. Creo que es bueno reunirse y reconocer nuestras similitudes más que nuestras diferencias, además de despertar la memoria que todos los seres humanos tenemos sobre nuestra relación sagrada con los cuatro fundamentos básicos de la vida: el agua, el aire, el fuego y la tierra. Y a partir de ahí, nuestra relación con nuestras madres, nuestros padres, nuestra familia, nuestro linaje y toda nuestra comunidad, nuestra tribu, nuestras naciones y el mundo, para establecer una relación en la que nos reconozcamos unos a otros, en lugar de permitir constantemente que los límites artificiales, las fronteras artificiales, nos mantengan separados.

«Si voláramos como un pájaro y viéramos a nuestra madre la Tierra a través de sus ojos, no veríamos ningún tipo de divisiones, fronteras, límites… No veríamos esas cosas, veríamos unidad. Así que estos encuentros nos dan la oportunidad de unirnos como si fuéramos uno, de reunirnos de una forma que nos ayude a crecer».

El Encuentro del año pasado fue la primera vez que asistió una familia Waurá de la región brasileña de Xingu. También era la primera vez que salían de Brasil. Elewoká, que es el líder de la aldea de Ulupuene, en el Alto Xingu, en Mato Grosso, compartió lo que este Encuentro significa para él.

«Estoy feliz de asistir con mis hermanos y hermanas indígenas, estamos representando nuestra cultura y ellos están representando la suya, y así estamos haciendo un intercambio de culturas… Estamos intercambiando objetos, las cosas que trajimos de nuestra aldea, ellos se están llevando mis objetos y nosotros nos llevamos los suyos, y así estamos intercambiando, esto me hace muy feliz…».

«Me emociona ver a todo el mundo representando su cultura, me alegra escuchar y conocer cómo viven y cómo hablan. Siempre que hablan les escucho y aprendo cómo viven en sus pueblos, y eso también me hace muy feliz. Y conocer también a la gente que no es indígena, que está aquí con nosotros y aprende de nuestras culturas, me conmueve mucho».

En un mundo con tanta división, es muy poderoso escuchar estas historias que celebran nuestra humanidad compartida, algo que resuena en las palabras de la anciana maya Nana Amalia.

«Siento que Aniwa ha abierto la mente de mucha gente y ha dado muchas oportunidades a las personas para que puedan volver al ecosistema y a las costumbres ancestrales, porque en todas partes hay indígenas, y Aniwa nos invita para que podamos practicar nuestra espiritualidad, nuestra cultura y nuestro idioma, para que así podamos ayudar a otras personas que lo necesitan.»

«En las comunidades y en la sociedad actual, mucha gente está desconectada de la naturaleza, y por eso, a través de Aniwa, con todas las redes y eventos que hacen, están haciendo un llamado para que la gente se despierte, para que puedan creer en sus propias capacidades y habilidades como personas, y también en su propósito en la Tierra.»

Nana Amalia.

El marido de Nana Amalia, Tata Mario, nos amplía esta idea.

«Todas las personas que se reúnen tienen sus dones y su genialidad, y también tienen sus debilidades, y creo que Aniwa ha sido una luz para que la gente pueda aprender y discernir para qué servimos, y también aprender en qué nos hemos equivocado como personas, porque, como personas, cometemos errores. Aniwa está haciendo un llamado para que se dé esta transformación, para que se dé este cambio profundo que tanto necesitamos todos, porque el mundo está confundido, está desorientado y hay mucho miedo. Y Aniwa, con el trabajo que ha desarrollado durante muchos años, y con los organizadores que han nacido con una luz, tienen la misión de traer esa luz a esta Tierra, y por eso nosotros participamos con mucha alegría, como descendientes de nuestros ancestros Mayas, hemos venido a compartir y hemos venido a aprender».

Escuchando a todos estos ancianos hablar, queda muy claro cómo el Encuentro crea conexión entre culturas a la vez que despierta la creatividad y la colaboración entre todos los asistentes. Vivien amplía esta idea.

«Para nosotros, el propósito de Aniwa Gathering es impulsar a más personas a ser agentes de la Madre Tierra, agentes de cambio, darle a la gente un propósito, un sentido de responsabilidad hacia uno mismo, hacia la comunidad, hacia la Tierra. Aniwa Gathering es un evento mágico porque va más allá de escuchar una charla, es recibir claves sagradas, claves ancestrales que abren puertas dentro de nuestro subconsciente, que abren puertas en nuestros corazones para que podamos pasar de la mente al corazón y permitir que el espíritu sea nuestro guía a partir de ese momento. Para enseñar a los participantes a escuchar la sabiduría del agua, a confiar en la intuición, a dejarse guiar por el corazón y tener un sentido de comunidad, un propósito y vivir una vida plena y en conexión. Ese es el propósito de este Encuentro y de la plataforma que estamos poniendo en Internet, que podamos reunirnos y contar una nueva historia para nuestro planeta».

Es una visión poderosa e importante que me recuerda a las bandadas de estorninos, destacando la importancia de Encuentros como éste, donde la gente se reúne para conectar y aprender los unos de los otros. Mientras que el conocimiento es algo que leemos, la sabiduría es algo que experimentamos, y es crucial para la transmisión de las antiguas costumbres de las culturas ancestrales estar en un tiempo y espacio compartidos, para sentir la verdad de las palabras que hablan de las experiencias vividas por los Ancianos, de las que habla Mona Polacca.

«Mientras crecía, cuando tenía unos 14 años, empecé a ir a las reuniones de los ancianos. Los ancianos me tomaron bajo su ala, como lo hacían con cualquiera que acudía a esas reuniones, y compartieron su sabiduría, sus conocimientos, las enseñanzas para saber cómo estar en buena relación con todos los seres vivos. Lo que tengo es lo que ellos compartieron conmigo. Siempre digo que es mi forma de honrar y respetar el tiempo, la energía, el esfuerzo, la consideración y la pequeña parte de su vida que me dedicaron para sentarse conmigo, compartir y hablarme. Así que en honor y respeto a eso, a su vida, a ese pedacito que me dieron, lo llevo conmigo. Estas cosas de las que hablo no son mías, no me las he inventado, son cosas que me han contado a lo largo de mi vida, y así es como recorro este camino de ser abuela, de ser pariente en este mundo.»

Mona Polacca.

En un mundo cada vez más destructivo, es importante que la gente se reúna, conecte y celebre el mundo natural, y Aniwa es una gran oportunidad para relacionarse con las antiguas culturas que han sido, durante mucho tiempo, guardianes de las delicadas energías que nutren y cultivan la vida. Aún quedan entradas disponibles.

Anton Rivette es un escritor y fotógrafo. Dirige el área de storytelling de eco-nnect.

Este artículo fue traducido por Sarah Camhi. Hace parte del equipo de eco-nnect desde el 2020.

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